viernes, 3 de febrero de 2012

Regresar

Nunca sintio tan bien un agua. Pero es incorrecto si digo que nunca estuvo tan ansioso por sentir una. Porque es real, cuando estaba en el ascensor dirigiendose con mama, penso en que deberia estar ansioso y no lo estuvo. Un ansia talvez medio tapada por otras cosas, como la duda de "Podre realmente volver?". Las madres te dan tranquilidad, y te muestran una vision mucha mejor del mundo. Una vision en la que afrontar y ser honesto te muestran que por lo menos, vas a estar bien. Son esos momentos cuando encontras mucha gente buena. Eso parece.
En el momento de ponerse el vestuario original, la chombita de marinerito. Unas converse apretadas, no parecia normal ir a volver. Tampoco fue tanto, pero parecio ese tanto. El 24 cual se tuvo que correr, cosa que acompañado de una madre con tacos resultaba complicado, exepto que la-mujer-con-tacos soluciono el tema de conseguir un colectivo, soluciono, otra vez.
Un viaje medido como todos. Saber exactamente cuando pararse. Saber exactamente cuando timbrar. Saber exactamente cuanto pedir. Saber exactamente como poner los pies para no caerse. Saber donde estan los tubos de sontencion. Bajarse y saber que baldosa rota pisar. Empezar a hacer un breve camino devuelta. Un camino donde incluso te asaltaron. Un camino donde incluso te cruzaste una profesora suplente de historia. Un camino de dos cuadras y media, que siempre quisiste eliminar. Que siempre soñaste con un colectivo que no te deje a esas cuadras. Pero un camino, que te cabio finalmente, extrañabas caminar.
A mitad de camino te separaste, porque ibas a pasar directo, tu mama iba a hacer los administrativos. Y pasaste, pasaste freneticamente como todas esas veces. Esquivando las obras en costruccion, nuevas, te metiste al natatorio el cual dudabas si estaba abierto. Pero lo estaba. Y bajaste esas escaleras de esa manera tan.. ballet.
Los pasos secos resonaban entre el rebote del piso y las suelas de tus converse celestes tan duras. Te sentaste en el banquillo, y ahi si, decias, pensabas.
-Nunca habia tenido tantas ganas de sentir un agua.
Sacaste automaticamente las cosas. Te pusiste tu vestuario. Y fuiste caminando, epicamente, con un sentimiento epico, hacia "las canchas". Subiste las escaleras. Con cara de final de pelicula. O eso te imaginabas. Te sentaste en el segundo banquillo, pero esta vez no esperaste nada. Viste un cara conocida. Y viste tu querido anden.
El numero seis estaba tan desprolijo como siempre, hermoso. Pisar era tan firme como lo fue siempre. No habia nadie que te salpique. Un hombre de barba solamente en el sexto andaribel. Hiciste esa caminata y te la imaginaste filmada de distintas tomas. Con musica linda. Y en camara lenta. O con musica heroica, tipo de breaking bad. Te pusiste enfrente del seis, pero empezando del fondo, osea, empezando desde la "vuelta", como siempre. Te acomodaste tus herramientas. El gorro un poquito. Te tapaste los ojos con esos lentes que te dan envion. Te semi agachaste, y rozaste un poco el agua. Algo fria. Siempre cuando estaba algo fria era cuando mas rapido te tenias que sumergir. Y mas fuerte. Siempre era una gran cabeza, y empezar a darle duro. Respiraste mirando al vacio. Miraste para un lado. Miraste para el otro. Pensaste en el esfuerzo. En el "I Won" de Walter. Miraste un poco para los lados. Respiraste. El sentimiento de sentirse vivo fue intenso. No sabes si fue ya adentro, o afuera. Regresaste.

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